Un millón de palabras, no pueden hacer que vuelvas y lo sé porque lo he intentado, tampoco un millón de lágrimas lo sé porque he llorado hasta quedarme sin lágrimas. Hasta que el alma se me secó. Nuestros recuerdos de ayer durarán toda una vida. Guardar los mejores, olvidar los demás. Espero que leas esto completamente y no lo dejes para después y para cuando hayas terminado de leerlo, espero que hayas entendido lo que te quise decir. Esto debe ser una de las cosas que más me costaron y dolieron hacer en todo este tiempo. Hay cosas que creí que nunca me pasarían, porqué creí saber mucho acerca de esto del amor. Creí saber lo suficiente como para no equivocarme. Sin duda, es obvio que tengo que aprender que en esto del amor las experiencias a veces no sirven de mucho. Uno vuelve a caer una y otra vez en los mismos juegos. En las mismas trampas. Y lo peor de todo, que al darnos cuenta de eso a uno lo hace sentir como unos idiotas. Quisiera decirte tantas cosas, pero solo te diré pocas ya que hay algunas que no se cómo expresarlas. Lamentablemente no me queda nada más que dejarte mis palabras en una tonta nota que no si se seré capaz de enviártela. Quizás critiques y digas ‘’que fastidio otra vez lo mismo’’ Pero es lo único que puedo hacer mientras lloro. Si tal vez me vieras ahora lo entenderías. Yo soy siempre la que aconseja a todos en temas del amor. Conozco muchas situaciones diferentes. Muchas que me tocaron vivir a mí, y situaciones que particularmente me hicieron tocar a veces no sé si el fondo, pero era demasiado hondo para mí. Otras que le han pasado a mis amigos y amigas y nunca término de sorprenderme. Pero hoy tengo que decirme todas esas cosas que yo dije a mis amigos y amigas, y hasta a mi misma. Porqué simplemente no tengo con quién hablarlo. Tal vez por orgullo, y quizás también por vergüenza. Evidentemente algo se nota en mí, no puedo disimularlo. Porqué por esas cosas raras que tiene la vida, más que nunca estoy rodeada de personas. Más que nunca me preguntan qué me pasa estos últimos días. Que si dónde dejé esa felicidad que tenía no hace mucho. Donde dejé ese brillo de mis ojos. Donde dejé las ganas de pasarla bien. Me preguntan ¿Por qué tienes los ojos hinchados?. No son tontos, me conocen. Algunss lo suficiente como para darse cuenta cuando les hablo porqué también se me nota al hablar. Me duele tener que mentirles cuándo me preguntan ¿cómo estás?, y yo les digo, muy bien, aquí ando. Digo con mi mejor cara cuándo no puedo disimular este dolor que a veces creo que podría matarme. Pero mucho más duele saber que ellos se dan cuenta, que es casi todo lo contrario lo que digo. Pero así son las reglas, y así es la tristeza. Ahora solo tengo que esperar que llegue la hora en que todo pase por fin y volver de nuevo a empezar. Tal vez un poco más fuerte, porque eso es lo que dicen, lo que no te mate, sólo te hace más fuerte. Ya te imagino leyendo esto. Pero no te equivoques, ser fuerte no significa volverse insensible o frío. Eso es volverse cobarde. Qué es muy distinto a ser fuerte. Yo podré ser muchas cosas, pero no una cobarde. Siempre digo a los demás, Hey la vida sigue, el planeta sigue dando vueltas, no te puedes quedar ahí sentado porqué estás mal Pero qué difícil es seguir viviendo cuándo estás atada a algo y eso que te ata resulta ser algo que amas con más fuerza de las que tienen tus piernas para caminar.
Te confieso siento que la vida se me acaba, no sé cómo salir de esto, no sé cómo acostarme sin pensar en ti , no sé cómo hacer para no extrañarte tanto, me muero de ganas de estar contigo. Tampoco voy a decirte que no te necesito, porqué me haces falta, y tal vez más que nunca. No voy a decirte que no quiero salir corriendo a buscarte, porqué me pongo nerviosa cada vez que se algo sobre ti y más si tengo el teléfono en mi mano y mis dedos se van buscando tu número y se me congela la sangre al escuchar el maldito tono de que esta ocupado. Tampoco voy a decirte que no quiero que me llames. Porque en lo primero que pienso cuando suena el teléfono es en ti. Y para que mentir, si no puedo. Se me nota. Es algo que no puedo hacer. Lo lógico, es que tenga que decirte todo lo contrario para hacer las cosas un poco más fáciles. Pero hay algo más importante que mi orgullo, lo que te prometí. Prometí amarte mientras yo respire. Y eso me juego en contra ahora. Porqué podría dejar esto por el camino más fácil de no haberte prometido algunas cosas. Pero lo hice. Y a pesar de que podría quitar esas promesas, no puedo. Porqué no te voy a dar la posibilidad de que me digas: no cumpliste o me fallaste? eso nunca. No es que me arrepienta. No? para nada. Uno promete algo cuándo está seguro que puede cumplirlo. Y yo te prometí que te amaría toda la vida, y así lo haré. Recuerdas? Hasta estar viejitas, para cuidarte hasta el último de mis días. De todas las cartas que te escribí y que nunca te entregue esta es la única que recibirás Porque es la más sincera. Pero también la que más me duele. Porque a pesar de todo, la verdad duele. Más aún si tienes que imaginarla. Peor aún cuándo eso que imaginas termina siendo verdad, aún cuándo te dicen que eso que pensaste eran tonterías. Déjame decirte algo? a veces las tonterías terminan siendo reales. Ojala y algún día entiendas que todo fue verdad que jamás te mentí cuando te dije que te amaba y que eras lo más importante para mí.
No te pedí que me amaras como yo a ti. Nunca te pedí que me extrañaras. Solo te pedí que estuvieras conmigo, que me dejaras estar a tu lado, que me dejaras amarte, cuidarte, solo quería ser feliz contigo, solo pretendía que tu llenaras los espacios de soledad que habían en mi, que llenaras mis tristezas, no me importaba vivir a escondidas de los demás, no me importaba vivir en esta mentira que fue la mentira mas bella y mas hermosa porque fui feliz. Perdóname, por amarte tanto, por haberte echo esclava de mis sueños de mi amor de mi vida, una vida que esta muriendo, pero que igual cumple la promesa de amarte para siempre. Yo ya no estoy aquí definitivamente, mi cuerpo esta en el mundo y mi alma esta muerta. Duele que todo se quede en las cuatro paredes de mi cuarto los momento mas felices, perfectos y asombrosos que pude vivir, porque en este cuarto me enamore de ti.
El mundo se me escapó de las manos y para mañana tengo que ir detrás de el, alcanzarlo y ponerme de nuevo en mi lugar y dejar algunas cosas atrás. Entre ellas? tú. En realidad duele, duele desprenderse de algo que amas con todas tus fuerzas. Pero tal vez sea algo necesario. El tiempo lo dirá. No quisiera hacer esto, pero sólo me voy a llevar algo que un día dejé en tus manos sin que me lo pidieras, por eso no puedo reprocharte nada, es mi corazón. No es que no quiera dejártelo, ojala y pudiera estar contigo para siempre. Pero es como que necesita algo de arreglos ¿sabes?.. Como explicarte,.. Necesito cuidarlo un poco para que se recupere, para que sane y vuelva a latir. Y vuelva a ser el de antes. Necesito ponerle esas alas que tal vez sin querer le arrancaste en un descuido. Necesito hacerle entender que no es que seas una mala persona. Necesito explicarle que este amor que conocimos está escondido detrás de algo que no podemos quitar. Y aunque yo quiera ir y romper eso, no se puede. Tengo que recordarle que debemos seguir adelante. No puedo obligarte a estar conmigo, aunque por dentro tengo la extraña sensación de que si quieres, porqué alguna vez me dijiste te amo. Dos palabras que no puedo arrancar de mi mente. Dos palabras que no puedo olvidar. Y jamás voy a olvidar. Porqué se grabaron en mí, el mundo sigue dando vueltas. La verdad, que fue un gusto enorme conocerte, de verdad. Mucho más maravilloso fue amarte y tenerte conmigo un tiempo.
Como alguna vez te lo dije, me haces sentir feliz a tu lado. y a la vez la mujer más afortunada y grande del mundo. Te devuelvo esos pensamientos que pusiste en mi cabeza. También los que vas a poner. Cosas que ni pasaron, no pasan y tampoco van a pasar. Yo me quedo con lo que creo que es verdad. Me quedo con los hechos que hablan de ti por si mismos. Te devuelvo mis ilusiones y planes de presentarte un dia como mi ESPOSA. Te devuelvo tus ojos, los más bellos que nunca tuve. Me quedo tan sólo con algunas de tus miradas. Te devuelvo mis ganas a despertarme y verte durmiendo conmigo. Te devuelvo mis ilusiones de ir a comer nuevamente juntas, de irte a buscar y abrazarte. Me quedo con la primera vez que te conocí, por cierto, un día muy especial. Tal vez algún día sepas porqué. Me quedo con esas despedidas que duraban hasta el amanecer y que tal vez en el fondo deseaba con toda el alma que no amaneciera porque no quería irme. Me quedo con esos largos y lindos momentos que a veces me dejaban sin aire. Te dejo mi deseo de que seas feliz. Te dejo mi oración a Dios para que otra persona te pueda ver como yo te veo y amarte como te lo mereces, y que pueda hacerte feliz. Te dejo un grito que siempre quise soltar frente a ti: ¡TE AMO! . Te dejo mi amistad, de esas no creo que tengas. Te dejo mis ganas de cuidarte. Te dejo mis celos, celos tontos que no eran de desconfianza. Celos que no supiste entender que causabas y después no te los aguantabas. Te dejo todas las lágrimas que derramé mientras escribía estas líneas. Te dejo mi falta de aire, el dolor que en este momento siento. Mi depresión. Todo te lo dejo aquí. Y me quedo con lo que no puede dejar de sonar en mi alma, dos palabras: TE AMO, esas dos palabras que me decías antes de irte a dormir.
